domingo, 8 de marzo de 2015

El arte de inventar historias.


Soy el altavoz que veis colgado en la esquina de la habitación. Cuando yo hablo, los demás callan. Cuando yo canto, los demás bailan.  Explico historias con la luz apagada y el proyector encendido y la gente disfruta con ellas.

Pero no son mis historias, no son mis canciones, no son mis palabras. Tan sólo repito con más volumen lo que otros han creado. Soy como un loro. Un cubo blanco contra un fondo blanco en el que nadie repara.

Pero eso se va a acabar. Pronto se escucharán aquí mis propios cuentos, porque he tenido suerte: Hoy empieza en esta misma sala el taller de El arte de inventar historias. Hoy me toca callar a mi y escuchar lo que dicen los demás.

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