jueves, 2 de octubre de 2008

Otoño


Este verano nos quisimos, o al menos yo te quise y llegué a creer que me querías. Nos besamos, nos abrazamos, hicimos el amor bajo la luz de la luna y vi tus ojos, los de aquel día, los de aquel momento en que temblabas de emoción, aquelllos ojos que quedaron grabados en mi memoria para siempre.

Pero llegó el otoño y tus besos se cayeron como las hojas secas, arrastrados por el viento de palabras que invocaste para crear el muro que necesitabas, detrás del que te sientes segura. Entonces me pediste que fuésemos amigos, que te llamase alguna vez, pero no demasiadas.

Hoy siento en mi piel el gélido aliento del més de octubre y me acurruco al calor de tu recuerdo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha alegrado comprobar q sigues escribiendo, y como siempre digo, me encanta leer lo q escribes. Algún dia ese libro saldra a la luz y estare esperando la dedicatoria del autor.
Ángeles

ADPA dijo...

Gracias por tu comentario, me ha dado mucha moral, de verdad. :)

Un saludo.