Pues nada, que hay crisis, por si hay alguien no se haya enterado. Las noticias de economía han suplantado a las de sucesos en las portadas de los periódicos y han dejado de hablar de asesinos para hablar de ladrones, ladrones de camisa blanca y corbata a rayas que cuentan el dinero en millones de euros.
Las bolsas se desploman, hay pánico, falta de liquidez y prima de riesgo. La gente pierde el trabajo y todos hablan de ello. El cielo de pronto se volvió negro.
Pero ayer, al salir a la calle, me fije en que el árbol de delante de mi casa. Permanecía donde siempre y como siempre. Sus hojas se mecían con el viento o permanecían quietas cuando no soplaba. Lo vi tranquilo e indiferente, ajeno por completo a la bolsa. Me fijé en las aceras, los edificios, las nubes, todo era igual que el año pasado, todo seguía en el mismo sitio. Entonces, ¿Cómo es posible que el mundo sea tan distinto? ¿Porqué ahora somos pobres y antes no?
La crisis sólo existe en la mente de los humanos y al creer en ella la hacemos real. Desde el espacio sólo se ve el mundo y no un mundo en crisis.
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